Se trata de un flujo que aumenta en las secreciones y que es claro o blanquecino, algo lechoso y con un leve olor. Puede verse muy semejante al que aparece durante la ovulación, pero la diferencia está en que el volumen es mucho mayor. El flujo es mucho más abundante de lo normal y su textura es mucho más densa y gruesa.
Durante las últimas semanas de embarazo, las secreciones vaginales suelen ser algo más pegajosas y pueden presentar un colour asalmonado o con hilos de sangre. Ello se debe a la pérdida progresiva del tapón mucoso cuando el cuello uterino comienza el proceso de dilatación para prepararse para el parto. Todas las mujeres tenemos secreciones vaginales, o flujo, que empiezan durante la pubertad y finalizan tras la menopausia.
Producir un aumento en la producción de flujo y que éste sea más ácido de lo normal. Otra de las funciones del flujo es mantener limpia la vagina de secreciones y restos celulares además de lubricarla y mantenerla húmeda. Gracias a la acción de unas bacterias denominadas lactobacilos, se mantiene un pH vaginal ácido que impide el crecimiento de otros gérmenes. Recibirás la revista “Mi bebé y yo” y las newsletters de tu embarazo y crecimiento de tu bebé totalmente free of charge. La pérdida de este líquido puede ser peligroso para el bebé y para la mamá, así que ante cualquier duda, consulta con tu ginecólogo. En las etapas finales, el cuello empieza a dilatarse para prepararse para el parto, por lo que el tapón al final se rompe y se expulsa en pequeños trozos.
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Las pérdidas vaginales de flujo en el embarazo son normales y, en common, no deben preocuparte. Pues porque el cuerpo produce más estrógeno y el riego sanguíneo del área vaginal aumenta. Además, durante el embarazo, se producen cambios en el cuello uterino y ello también afecta las secreciones de la vagina. La cantidad de leucorrea que expulsas varía a lo largo del ciclo menstrual.
Si el flujo blanco te causa comezón, ardor o notas mal olor tanto en tu vagina como en el flujo e hinchazón en esta zona, puedes estar en presencia de una infección vaginal conocida como candidiasis y para curar esto, debes ir al ginecólogo. Como su propio nombre indica, el tapón mucoso es una secreción espesa que llena el cuello uterino y bloquea la entrada al útero. Se desarrolla durante el embarazo para proteger al bebé contra posibles infecciones. Sale antes de ponerte de parto, ya que el cuello del útero comienza a dilatarse.
El ginecólogo será quien te guíe en estas cuestiones además de en otras, utilizando tecnología como la del check prenatal no invasivo NACE, que te permitirá a partir de una muestra de sangre saber si tu bebé nacerá sano. Es una infección que provoca una sensación de picazón y un olor desagradable. También pueden darse casos en los que sea una infección asintomática, por lo que conviene hacerse revisiones de forma recurring. En cuanto a si afecta al embarazo, en muy raras ocasiones y si no es tratada, puede afectar al útero, provocando un parto prematuro.
¿cuándo Debe Preocuparte El Flujo En El Embarazo?
Recuerda que durante el embarazo puede que expulses más flujo que de costumbre, pero es totalmente regular. ¿Estas embarazada y has notado un aumento de las secreciones vaginales? Acostumbra a ser un flujo blanquecino, con poco olor y bastante líquido. Sólo si este flujo se acompañara de picor o pérdida de líquido claro, debería ser consultado con tu ginecólogo. El flujo vaginal regular es fino, claro o blanco lechoso y de olor suave. Los cambios en el flujo vaginal pueden comenzar tan pronto como una o dos semanas después de la concepción, incluso antes de que se haya perdido el período.
Esto se debe a que, en los primeros días de embarazo, hay un gran aumento de los niveles de estrógenos, lo que a su vez genera una mayor circulación y volumen sanguíneo en la zona vaginal. Por ejemplo, cuando la mujer está en una etapa fértil, el moco se vuelve espeso para prevenir cualquier infección. Sin embargo, cuando está a punto de ovular, el flujo se vuelve más acuoso y gana en abundancia con un objetivo, que los espermatozoides pueden moverse más fácilmente y tengan más probabilidad de sobrevivir. El flujo vaginal o moco cervical es una sustancia espesa que recubre la parte inside de la vagina con el fin de protegerla de infecciones. No obstante, observar los cambios puede servir como pequeña pista para sospechar y sobre todo para distinguir una posible gestación, de algunos problemas graves. Para identificar si pierdes líquido amniótico, debes saber que puede parecerte que te sale de la vagina un líquido caliente, o bien a borbotones o como un goteo constante.
Flujo En El Embarazo: ¿cuándo Debo Preocuparme?
A medida que avanza el embarazo, esta secreción generalmente se vuelve más evidente y es más abundante al last del embarazo. Por todo lo expuesto, las mujeres embarazadas se encuentran especialmente predispuestas a presentar leucorreas como resultado de una serie de factores que les confieren mayor riesgo de padecerlas. Una buena información, permite a la embarazada conocer cuando el flujo es regular o anormal y qué medidas higiénicas puede tomar para no favorecer la aparición de infecciones vaginales durante su embarazo y fuera de este.
Límpiate de adelante hacia atrás cuando vayas al baño para evitar que las bacterias fecales entren en la vagina. Usa salvaslips en lugar de tampones si tienes mucho flujo durante el embarazo. También es una buena thought comprar ropa interior de algodón u otras fibras naturales y transpirables, así como evitar los pantalones ajustados. Si el flujo comienza a oler mal, no recurras a las duchas vaginales para enmascararlo, ya que no son nada beneficiosas. Hay que tener en cuenta que el flujo vaginal normal es más fino, claro y de un colour blanco lechoso. El flujo vaginal varía a lo largo del ciclo menstrual de una mujer debido a una fluctuación en los niveles hormonales.
Por otra parte, si la secreción es de colour verde o amarillento y además tiene un olor fuerte y está acompañada de picazón o rojez, podría ser una infección vaginal. Una de las más comunes es la candidiasis producida por hongos o incluso una enfermedad de transmisión sexual. Es importante informar al médico sobre cualquier secreción anormal, ya que podría ser un signo de infección o un problema en el embarazo. Algunos de los signos de secreción anormal son la presencia de colores amarillentos, verduzcos o grisáceos, un olor fuerte o incluso fétido, o un enrojecimiento, picazón o hinchazón de la vulva. Los cambios en el cuello uterino durante el embarazo también afectan el flujo vaginal. A medida que el cuello uterino y la pared vaginal se ablandan, el cuerpo produce un exceso de secreción para ayudar a prevenir infecciones.
Conforme el embarazo se aproxima a su etapa final, es normal ver que ese moco vaginal se vuelva más fluido y claro de lo habitual. En muchas ocasiones este hecho lleva a las mujeres a confundir estas secreciones con una fisura o rotura en la bolsa ya que las pérdidas de flujo líquido y claro hacen pensar que es líquido amniótico. Ante un aumento anormal de la cantidad de flujo, se debe acudir al médico para que determine si éste es patológico o no. Esto es importante, ya que algunos microorganismos pueden suponer un riesgo para el transcurso del embarazo al debilitar las paredes de la bolsa amniótica.