Muchas veces los pacientes nos preguntan si se puede practicar sexo con cálculos renales. Y, además, si se ejerce lo suficiente puede ser la mejor “medicación” para expulsarlos. El pH de la orina es uno de los diferentes factores que se consiguen en el momento en que se realiza un chequeo terminado de nuestro cuerpo y refleja tanto la actividad metabólica como el bienestar del organismo. En una persona sana, el pH de la orina acostumbra tener un valor de 6 , por lo que éste es levemente ácido . Los valores de referencia varían según diversos causantes, incluyendo el laboratorio específico que los suministra. Los valores de las pruebas en orina de un tolerante deben interpretarse según los valores de referencia del laboratorio en el que se realizó el estudio; el laboratorio debe proporcionar estos valores adjuntado con el resultado del estudio.
Otro de los parámetros relacionados con el volumen de la orina es el volumen residual post-micción, que está del mismo modo relacionado con la disfunción de la vejiga o la hipertrofia prostática. Si en los resultados el pH sale ácido, será un buen instante para plantearse serios cambios en el modo de vida pero, más que nada, mudar los hábitos alimentarios. Hoy, la mayor parte de la población tiene un pH ácido, lo cual supone un verdadero problema médico a nivel mundial. Las causas son variadas, pero primordialmente una dieta rica en grasas sobresaturadas y alimentos procesados, sumado a los altos índices de polución a los que estamos expuestos, son los responsables. Su escala se mide de 0 a 14, siendo 7 el punto neutro, de 0 hasta 6.9 los ácidos y desde 7 las bases. Se ha considerado que hay una secuencia de alimentos que acidifican la orina , como son la carne, el pescado, los huevos, el queso, las grasas animales, los aceites vegetales, los cereales, los dulces, el café, el té o el alcohol;al paso que otros la alcalinizan , como las frutas, las hortalizas o las patatas.
El rendimiento deportivo se puede ver afectado de manera negativa si el cuerpo tiene el pH demasiado ácido, ya que, si esto sucede, determinadas enzimas oxidativas y digestibles no tienen la posibilidad de trabajar adecuadamente. Además de esto, ciertas publicaciones demuestran que, como el calcio guardado en los huesos amortigua la acidez, si el cuerpo tiene un pH ácido, se libera calcio del hueso al torrente sanguíneo y esto puede ocasionar pérdida de masa ósea y problemas articulares. Es una dieta simple de seguir, no supone hacer enormes sacrificios, más bien en adoptar hábitos saludables de vida.
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El pH del cuerpo determina nuestro estado de salud, en tanto que indica cómo administra el organismo sus reservas minerales. La acidez no es precisamente buenísima señal, puede ser causa de carencias nutricionales o de alguna enfermedad, en cambio, tener un organismo con pH sutilmente alcalino es sinónimo de una buenísima salud. Es esencial sostener nuestro cuerpo en escenarios de pH con inclinación a la alcalinidad, por lo que os invitamos a comprender la influencia de los alimentos sobre el pH de nuestro organismo. Si queremos entender el estado de nuestro organismo o la influencia que tiene en nuestro pH la alimentación que efectuamos, podemos llevar un control mediante tiras reactivas pare medir el pH en orina.
Esos complementos alimentarios que incorporen “citrato” nos asistirán a aumentar el pH de la orina, al paso que los que incorporen “L-metionina” nos facilitarán su acidificación. Como se puede ver, generalmente los escenarios de ph del cuerpo por lo general son más alcalinos que ácidos, es por este motivo que los últimos estudios sobre salud señalan que aproximarnos en general a valores más alcalinos puede impedir ciertas patologías. Por servirnos de un ejemplo, en las personas que tienen tendencia a conformar cristales de ácido úrico, cistina u oxalato cálcico es conveniente mantener la orina alcalina con un pH por encima de 6.5 a través de la administración de medicamentos (cloruro de amonio, metionina, ácido mandélico). Algunos fármacos tienen la posibilidad de modificar el pH de la orina, situación que puede ser aprovechada desde el punto de vista terapéutico. Por ejemplo, en la gota, el exceso de ácido úrico en la orina puede ocasionar cálculos nefríticos de ácido úrico, con lo que la alcalinización de la orina (que incrementa la disolución de ácido úrico) puede eludir semejantes cálculos.
A veces es conveniente que la orina se sostenga con un preciso pH para eludir la capacitación de determinados cálculos nefríticos por lo que se fuerza a que la orina se sostenga ácida o alcalina. El pH de la orina suele tener importancia diagnóstica para la prevención de los cálculos nefríticos. Para esto se debe investigar el género de cristales que aparecen en la orina ya que determinados cristales tienen mayor posibilidad de formarse en presencia de orinas ácidas y otras en cambio en presencia de orinas alcalinas.
¿Para Qué Exactamente Se Realiza Este Análisis?
Estas variaciones son normales y expresan la adaptación del organismo a las propiedades del ambiente o metabólicas. La orina se define como el líquido excretado por los riñones que contiene sales y modelos de desecho del organismo disueltos o en suspensión en agua. Es primordial entender cuál es el pH de nuestro cuerpo, en tanto que determinará nuestro estado de salud. Cada una parte del organismo tiene su equilibrio, y debemos comprender por qué razón debemos de mantener esos equilibrios.
En otras ocasiones es conveniente mantener la orina ácida para eludir la proliferación de bacterias lo que ocurre en las infecciones del tracto urinario o si la persona es propensa a conformar cálculos nefríticos de fosfato o carbonato cálcico. Estas personas tienen la posibilidad de reducir el pH de la orina tomando de forma recurrente zumo de arándanos. Este control del pH urinario está correcto en personas con inclinación a la capacitación de cálculos nefríticos, a portadores de catéteres urinarios, a personas perjudicadas por cistitis recurrente y también infección del tracto urinario, síndrome de vejiga dolorosa, vejiga hiperactiva y otras patologías urológicas. Por estas razones resulta imprescindible tener un control sobre este parámetro y utilizar ciertas correcciones cuando cambia su valor. Normalmente se frecuenta sugerir algún cambio en el régimen alimenticio, pero debido al bajo cumplimiento de las medidas dietéticas, se recomienda suplementar la dieta con complementos alimenticios que nos ayuden a corregir el desajuste del pH urinario y de este modo impedir la formación de cálculos nefríticos, entre otras nosologías.
Solo una carga ácida mantenida en el tiempo provocará o favorecerá a la larga la aparición de nosologías. Con las determinaciones regladas y pacientes de pH urinario vamos a poder comprender con el paso de los días si requerimos acrecentar o no la carga alcalina de nuestra alimentación para impedir en la medida de lo posible la aparición de osteoporosis y otras anomalías de la salud. Grandes proporciones de estas substancias o la presencia de algunos otros materiales tienen la posibilidad de ser anormales.
En los laboratorios hay máquinas automatizadas que realizan este proceso pero se venden también tiras reactivas para la realización en la casa de los test de orina. Un individuo sana suele tener una orina ácida (pH entre 5.0 y 6.0) si se recopila la exhibe de la primera orina de la mañana. Si la muestra de orina se efectúa tras una comida acostumbran a presentarse valores un poco más superiores. Si el pH está sobre 7 se dice que la orina es alcalina mientras que si el pH de la orina se sitúa por debajo de 7 se dice que la orina es ácida. Para mantener el equilibrio preciso; los tenemos la posibilidad de conseguir todos los días por medio de la dieta, pero también son eliminados a través del sudor, las heces y la orina.
No las vendemos sueltas, sino más bien como complemento al siguiente libro «Ácido / Alcalino» de la Dra. Susan Y también. Brown y Larry Trivieri, Jr. que enseña como estudiar a supervisar tus niveles de pH para progresar la salud. Lo mucho más recurrente es que la orina tenga valores cercanos a 6 de modo que en la mayoría de los casos es tenuemente ácida. La prueba para medir el pH en la orina suele efectuarse conjuntamente con otras pruebas de análisis de la orina para lo cual el tolerante debe recoger una pequeña parte de la micción en un bote o tarro. El pH del organismo está regulado eminentemente por el funcionamiento de los pulmones y el trueque de iones en los túbulos renales. En este sentido, la nutrición es un aspecto vital para lograr el estado perfecto de equilibrio ácido-base, en tanto que hay nutrientes con la capacidad de acidificar y otros con la capacidad de alcalinizar.
Buenos días, yo creo con lo que he leído que 5 comienza a ser muy ácido y 8 muy alcalino. Valores mantenidos bajo 5 reflejan una acidosis metabólica manifiesta y son sinónimo de patología. Valores mantenidos siempre y en todo momento o casi siempre entre 5 y 6 nos muestran una acidosis metabólica crónica leve (definición que todavía no está conocida por la medicina oficial y que por lo general es fruto de la alimentación). Valores mantenidos siempre o casi siempre sobre 7,5 reflejan una falsa alcalinidad o patología subyacente.
Escogemos tiras de papel que midan rangos estrechos de pH, puesto que un incremento en la escala de pH de una unidad significa que hemos aumentado diez ocasiones el nivel de alcalinidad. Es la razón por lo que recomiendo utilizar tiras reactivas que midan rangos inferiores a una unidad, por lo que usamos tiras reactivas que miden en intervalos de 0,3 unidades, ya que estos cambios son significativos y han de ser tomados en consideración. Muchas veces hemos oído hablar de la importancia del pH del jabón que empleamos para lavarnos, pero lo que no sabemos es que mantener un equilibrio del pH del cuerpo es primordial. El pH es una medida de la acidez o alcalinidad de una sustancia, y el del cuerpo se puede medir en sangre, orina o saliva.